SHEREZADE HERRERO
Tenía mal aspecto y caminaba cansada.Cuando la tuve cerca noté que su mirada estaba hundida y sus ojos ya no se sostenían sobre los surcos negros que definían sus ojeras. Respiraba fuerte pero hablaba despacio y agitada, no había participado en ninguna carrera ni en ningún deporte de alta competición,y realmente,transmitía una sensación de sufrimiento y agotamiento.La quise dar la mano y observé que no tenía uñas,sintió vergüenza y me apartó sin apenas fuerza,mi palma de sus dedos.Yo no quería dejar de mirarla,sabía que me quedaba poco tiempo a su lado,y a pesar de aquella imagen,seguía observando su deterioro físico.Se tocaba el pelo,porque era lo más voluminoso que tenía,por decir algo,y los mechones caían deslizándose por sus hombros.De vez en cuando,se mordía el labio inferior con los dos dientes que la quedaban,me dí cuenta,que se arrepentía.Pero su palidez anunciaba,que era imposible retroceder.Decidimos pasear,y por el camino solo encontré miradas hacia ella,hacía mucho calor y eso nos obligó a descansar bajo la sombra de un árbol,así evitábamos la pena y los comentarios.No sabíamos que ese mismo roble,nos protegería de una tormenta que descargó,sin avisar,mientras miraba un cuerpo sin vida y ella fingía que vivía.La tomenta pasó y eso permitió poder regresar..¡Malditos charcos,qué hiceron de espejo!Creo que no lo pudo soportar,se sentó en el suelo húmedo,tierra seca que se había convertido en barro,al igual que su existencia en un infierno,y se puso a llorar.Sus codos sangraban,porque ya no tenía piel para soportar las llagas,cogió un poco de agua,residuo de esa tormenta de verano que nos sorprendió en medio de la nada,y se limpió la sangre,pero su cuerpo quedó manchado de barro y el agua no limpió nada,porque no estaba destilada y limpia como sus lágrimas.Yo no sabía cómo actuar,ella siempre fue tajante en sus decisiones y obsesiva con ellas,yo sabía lo que la pasaba,y por desgracia ella también.La levanté con decisión,y sus marcados huesos me dañaron.Se descalzó para que sus pies se liberaran de la presión que tenía se quitó también las vendas que rodeaban sus tobillos y se los sujetaba,para no flaquear y derrumbarse como una torre de arena ante un tsunami.Me miró y con pena me dijo: "Yo solo quería ser perfecta".Ahora sus huesos ya son libres y su mente está despejada.Todos los años,cuando se acerca el 30 de Mayo no la llevo flores,porque era alérgica al polen,pero me miro en el espejo y la digo: "yo no soy perfecta,pero sigo viva"...
Tenía mal aspecto y caminaba cansada.Cuando la tuve cerca noté que su mirada estaba hundida y sus ojos ya no se sostenían sobre los surcos negros que definían sus ojeras. Respiraba fuerte pero hablaba despacio y agitada, no había participado en ninguna carrera ni en ningún deporte de alta competición,y realmente,transmitía una sensación de sufrimiento y agotamiento.La quise dar la mano y observé que no tenía uñas,sintió vergüenza y me apartó sin apenas fuerza,mi palma de sus dedos.Yo no quería dejar de mirarla,sabía que me quedaba poco tiempo a su lado,y a pesar de aquella imagen,seguía observando su deterioro físico.Se tocaba el pelo,porque era lo más voluminoso que tenía,por decir algo,y los mechones caían deslizándose por sus hombros.De vez en cuando,se mordía el labio inferior con los dos dientes que la quedaban,me dí cuenta,que se arrepentía.Pero su palidez anunciaba,que era imposible retroceder.Decidimos pasear,y por el camino solo encontré miradas hacia ella,hacía mucho calor y eso nos obligó a descansar bajo la sombra de un árbol,así evitábamos la pena y los comentarios.No sabíamos que ese mismo roble,nos protegería de una tormenta que descargó,sin avisar,mientras miraba un cuerpo sin vida y ella fingía que vivía.La tomenta pasó y eso permitió poder regresar..¡Malditos charcos,qué hiceron de espejo!Creo que no lo pudo soportar,se sentó en el suelo húmedo,tierra seca que se había convertido en barro,al igual que su existencia en un infierno,y se puso a llorar.Sus codos sangraban,porque ya no tenía piel para soportar las llagas,cogió un poco de agua,residuo de esa tormenta de verano que nos sorprendió en medio de la nada,y se limpió la sangre,pero su cuerpo quedó manchado de barro y el agua no limpió nada,porque no estaba destilada y limpia como sus lágrimas.Yo no sabía cómo actuar,ella siempre fue tajante en sus decisiones y obsesiva con ellas,yo sabía lo que la pasaba,y por desgracia ella también.La levanté con decisión,y sus marcados huesos me dañaron.Se descalzó para que sus pies se liberaran de la presión que tenía se quitó también las vendas que rodeaban sus tobillos y se los sujetaba,para no flaquear y derrumbarse como una torre de arena ante un tsunami.Me miró y con pena me dijo: "Yo solo quería ser perfecta".Ahora sus huesos ya son libres y su mente está despejada.Todos los años,cuando se acerca el 30 de Mayo no la llevo flores,porque era alérgica al polen,pero me miro en el espejo y la digo: "yo no soy perfecta,pero sigo viva"...
